LEONORA CARRINGTON, la artista que hizo magia en México

¿Conoces la obra de Leonora Carrington? Es tan extraña como fascinante, y no importa cuántas veces la recorras ¡siempre hallarás un nuevo detalle que pasó desapercibido antes!

Por eso, a 107 años de su nacimiento la seguimos admirando mucho; considerando, por supuesto, que en 1942 se naturalizó mexicana –los mexicanos nacemos donde se nos pega la gana, pues–. En nuestro país, Leonora desarrolló diversos trabajos de pintura, escultura y literatura surrealista, que aún podemos visitar en su museo en San Luis Potosí.

Para celebrar su natalicio, hoy la recordamos y compartimos algunos datos curiosos en torno a su vida y su arte. ¡Quédate para descubrirlos todos!

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1. De realidad y fantasía

Leonora nació el 6 de abril de 1917 en Lancashire, Inglaterra, en una familia con buenas posibilidades económicas; y falleció a la edad de 94 años en la CDMX.

Su madre Maureen Moorhead, que era irlandesa, le mostró un mundo de cuentos y leyendas llenos de animales, hadas y seres mágicos propios de los pueblos celtas. Por ello, la artista fue desde niña muy imaginativa. Qué lindo ¿verdad?

2. Musa de nadie

Siempre fue muy rebelde, desde pequeña. Leonora no estaba conforme con las tradiciones y costumbres religiosas de su familia; incluso fue expulsada de varios internados católicos por el mismo motivo. Sólo halló un poco de calma en un internado en Florencia, donde descubrió su amor por la pintura. No hay nada como el arte para expresar nuestras emociones ¿verdad?

Incluso mucho tiempo después, decía que nunca fue musa de nadie porque no tuvo tiempo; su vida estuvo más avocada a rebelarse y aprender a ser artista.

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3. Un romance polémico (y sus terribles consecuencias)

Entre 1936 y 1937, Carrington conoció la obra del alemán Max Ernst, a quien se acercó. La pareja sostuvo una relación amorosa, aunque él estaba casado y tenía 48 años, mientras ella era una joven de 22. Juntos huyeron a París, pero allí, durante la Segunda Guerra Mundial, Ernst fue arrestado por el régimen Nazi en un campo de concentración, por considerar que su arte era “indeseable”.

Debido a esto, la artista sufrió un fuerte colapso nervioso y episodios depresivos. Su familia la trasladó a un hospital psiquiátrico en Santander, donde fue tratada con terapia de shock y otras medicinas espantosas como el Cardiazol, que fue prohibido años después.

Y mientras todo esto sucedía cual película de terror, su amado Max Ernst se casaba con la multimillonaria Peggy Guggenheim, con quién vivió tranquilamente en Nueva York. ¿Cómo la ves?

4. Leonora, la surrealista

Sin embargo, no todo lo ocurrido durante su turbulenta estancia en París fue malo. Allí conoció a varios artistas del círculo surrealista, como André Breton, Salvador Dalí y Pablo Picasso.

Con el paso del tiempo, Leonora también fue reconocida como surrealista, todo un logro considerando que se trataba de un movimiento en el que el machismo imperaba, tratando a las mujeres únicamente como “musas”.

5. Plan con maña

Gracias a que posteriormente viajó a Lisboa y se casó con el diplomático mexicano Renato Leduc, fue que pudo viajar a Nueva York y en 1942 instalarse en la CDMX.

Entonces se nacionalizó mexicana y se divorció de Leduc… pero ya era libre, y podía vivir su vida con toda la tranquilidad que había buscado desde siempre.

6. Las amigas son por siempre

Aquí conoció a un grupo de artistas europeos que también habían huido a México en busca de refugio. Entre ellos conoció a Remedios Varo (1908 - 1963), una joven igual de talentosa, con quien entabló una amistad profunda.

Elena Poniatowska también fue muy allegada, tanto que escribió un libro sobre Carrington, y compartieron varios proyectos.

7. Plot twist:

Leonora Carrington sí encontró estabilidad en México.

Lo hizo con el fotógrafo Emeric Weisz. Vivieron juntos en una casa estilo Bauhaus de tres pisos en la Colonia Roma. Allí habitaron durante 54 largos años y criaron a sus dos hijos.

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8. México 68

A pesar de todo, la artista recibió amenazas y tuvo que abandonar durante un tiempo México por involucrarse de forma directa en el movimiento estudiantil de 1968. Ella los apoyaba.

9. Lo que habita en sus obras

Sobre sus pinturas, Carrington decía que las hacía para ella misma, pues no pensaba que alguien querría exhibirlas o comprarlas. En ellas narraba las vivencias que más la habían marcado, como los tiempos felices con Max Ernst en París antes de la guerra, en la España de la Guerra Civil o su huida por mar hasta hallar la paz en México.

También empleaba ciertos temas como la mitología celta que había conocido de niña, la magia y lo oculto, la naturaleza y el mundo animal, la psicología y el budismo tibetano. Sin embargo, ella nunca quiso explicar el significado de su obra.

10. Una artista completa

Leonora se desenvolvió en diversos escenarios más allá de la pintura: escultura, escritura, escenografía, diseño de joyas, tallado en madera y cerámica.

También fue una gran defensora de los derechos de las mujeres; participó, por ejemplo, en el Movimiento Feminista de México en 1972.

Leonora Carrington será recordada por siempre como una artista única, que dejó un gran legado en nuestro país. ¿Tú qué opinas acerca de ella como pintora? ¿Te gusta su obra? ¿Ya visitaste su museo? ¿Conoces otros datos interesantes en torno a ella? No dudes en contarnos en la sección de comentarios ¡te estaremos leyendo!

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