¿Quiénes son los concheros? Una tradición más moderna de lo que crees

Seguramente los has visto con sus inmensos penachos, en fiestas patronales u otros eventos folklóricos, danzando de forma tan hermosa como compleja. Debido a sus vestuarios deslumbrantes, esos que los hacen lucir como antiguos guerreros de leyenda; o quizás por sus instrumentos musicales que nos transportan a épocas muy lejanas, podríamos creer que la tradición de los concheros cuenta con raíces prehispánicas. Sin embargo ¿qué pensarías si te dijéramos que, en realidad, se trata de una manifestación reciente?

Todos estos grupos cuentan con características en común, se organizan de forma concreta, y simulan conservar un fuerte origen indígena; pero la realidad es que sus rasgos mestizos son demasiado evidentes. ¿Quieres saber cómo es que surgió este precioso ejemplo de sincretismo? ¡Quédate para conocer a los concheros en cuatro datos básicos!

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1. ¿De qué concha estamos hablando?

El origen de la palabra “conchero” tiene dos variantes populares.

La más compleja nos cuenta que, tras la llegada de los españoles, los instrumentos musicales indígenas fueron prohibidos por considerarse “sacrílegos” –qué novedad–; por lo que los nativos tuvieron que explorar entre los instrumentos europeos para poder seguir disfrutando de la música. Así, inventaron algo similar a una mandolina, pero elaborado con la concha de un armadillo. Cuando esta guitarrita sirvió para musicalizar sus nuevas danzas –porque también fueron obligados a modificarlas–, a los bailarines se les llamó “concheros”.

La segunda versión es más sencilla. Refiere a los “ayoyotes” o “chachayotes”, que son las bandas de conchas que se amarran alrededor de los tobillos. El sonido que producen es único ¿verdad? ¿Cuál de estas explicaciones te parece más convincente?

2. El sincretismo en su máxima expresión

Como veníamos comentando, las danzas concheras surgieron en un contexto controlado; se empleaban para venerar imágenes católicas, en festividades que se transformaron tras mezclar elementos de ambas culturas.

Si bien los españoles impusieron una nueva fe, los indígenas mostraron resistencia en un proceso súper complejo, en el que negociaron una nueva forma de representarse a sí mismos ante la sociedad de la época. Su identidad estaba en riesgo, y no podían sólo ceder a cada uno de los cambios políticos, religiosos y sociales que les eran impuestos.

Con el paso del tiempo, los mexicanos continuamos modificando esta tradición, hasta llegar a lo que conocemos hoy en día. Algunos grupos actuales de danzantes integran más elementos aztecas, al grado de crear nuevos significados relacionados con las danzas prehispánicas. No obstante, debemos tener claro que la danza conchera es un producto mucho más complicado e intervenido. ¿Qué opinas de todo esto? ¿Ya lo sabías?

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3. ¡Reconoce el tipo de danza!

Existen tres grandes grupos de concheros. La “danza de conquista”, la más tradicional, se distingue por sus trajes completos, y por el predominio de los instrumentos de cuerda y las sonajas, incluyendo la guitarra de concha antes mencionada.

Por su parte, la “danza azteca”, nacida entre 1940 y 1950, involucra un vestuario que expone de manera importante el cuerpo del bailarín. Surgió por influencias del nacionalismo posrevolucionario, y busca proyectar una estética nutrida por el muralismo, así como por las ideas del imaginario colectivo de la época.

La tercera variante, llamada “danza chichimeca”, es algo intermedio entre las dos corrientes anteriores. ¿Cuál has tenido oportunidad de presenciar?

4. Para transmitir lo sagrado

Sus majestuosos trajes, más allá de emular la forma en que vestían nuestros auténticos ancestros, se vinculan con la manera en que los movimientos del romanticismo y el neoclasicismo en México concibieron la vestimenta de los antiguos indígenas. Por eso, quienes interpretan las “danzas aztecas” utilizan coronas con plumas de avestruz, capas y una falda; de hecho, incluso la desnudez como ideal de belleza se desprende de esta forma de pensamiento.

El traje de conquista, por su parte, se compone de corona, plumas, peto, capa, faldilla, falda, camisa o blusa blanca de manga larga, pulseras y huaraches. ¡Un montón de elementos! Al principio, esta indumentaria se confeccionaba con terciopelo, pero posteriormente se incorporaron materiales como la gamuza y las telas sintéticas.

Es extraño, pero la prenda superior representa una especie de capa, semejante a las que usaban los romanos o a las casullas sacerdotales antiguas. De cualquier forma, la intención de este traje es transmitir rasgos sagrados, y que los espectadores puedan experimentar la sensación de estar presenciando un ritual hacia lo desconocido, al tiempo que lo reconocen como propio.

¿Qué experimentas tú cuando observas estas danzas? ¿Conocías sus orígenes? Sin duda, creemos que es una expresión de gran riqueza. Y es que, aunque no cuenta con raíces prehispánicas, sí que debemos apreciarla como una muestra más de la belleza mexicana: una cultura muy, muy vasta, con usos y costumbres resultado de siglos de sincretismo.

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