María, una historia de fantasmas por Café Tacvba

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No cabe duda: la música, como ningún otro arte, tiene la capacidad de narrarnos una historia, y transportarnos a diversos escenarios con tan sólo cerrar los ojos y escucharla. Sus temas son tan variados como los pensamientos humanos, de ahí que exista una rolita para toda ocasión. Y, en esta época del año en México, te preguntarás: ¿también la habrá para nuestro Día de Muertos? ¿Existen canciones acerca de fantasmas? ¡La respuesta es sí! Y son más populares de lo que crees.

Desde “La Llorona” hasta “Cempasúchil”; desde “La Calaca”, hasta “Mariquita”, existen temas que representan de forma hermosa la felicidad y la melancolía de nuestras tradiciones. Sin embargo, hay una canción en especial de la banda Café Tacvba que a menudo se pasa por alto, cuando es el ejemplo perfecto de nuestras leyendas fantasmales. ¿Te interesa conocerla? ¡Aquí te contamos la escalofriante experiencia de escucharla, para que la agregues a tu playlist!

“Sale sola de noche María.

Pena por la ciudad.

Recorriendo las calles que un día,

negó besos en la oscuridad...”

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María bonita: la obra de arte

“María” es un tema incluido en el primer álbum de la agrupación, Café Tacvba, en 1992… ¡el tiempo pasa tan rápido! Fue escrita por Joselo Rángel, y representa una de las canciones más emocionales de la banda mexicana, con un toque suave de bolero que incluso te invita a bailar.

La canción fue lanzada junto con un video musical inspirado en la época de oro del cine mexicano. Se filmó en melancólicos tonos sepia, en la Catedral de San Juan Bautista, ubicada en Coyoacán, CDMX. Se trata de una locación verdaderamente hermosa.

En él, llama la atención la vestimenta de sus protagonistas, que se perciben como si vivieran en épocas post revolucionarias. La actriz mexicana Ofelia Medina personifica a María, quien se pasea despacio, vestida de blanco, por callejones desolados, casi negros, con los pies helados y descalzos…

Esta obra de arte dirigida por Gustavo Garzón cobra todo sentido cuando escuchas con atención la melodía.

“En las noches por ese camino

algo extraño puede pasar,

al sentir en los labios el frío

de otros labios que no verás…”

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María marchita: una reflexión en torno a su fascinante letra

Bien sabemos que la percepción de la muerte para los mexicanos es muy especial. Jugamos y nos reímos de ella; la tomamos como amiga, la hacemos nuestra hermosa musa y, a fin de cuentas, le tememos tanto como la tenemos presente día con día. En Día de Muertos recibimos a nuestros difuntos queridos, que sólo se nos adelantaron, y entonces les ofrecemos las delicias que probaron en vida; también los vicios ¿por qué no? Si ya nada puede hacerles daño… o al menos el alcohol y sus cigarros no. Algo más.

Porque existe otra perspectiva; de donde nacen las historias de fantasmas, como en cada país, en torno a esas almas que no encuentran el descanso eterno. Pareciera que las observamos deambular por lugares que recorrieron en vida; aquellos que habitaron, o acaso donde ocurrieron sus tragedias. La llorona, el charro negro, los monjes que se aparecen en sus conventos, o los presos en las cárceles, los niños en sus tumbas y las novias que murieron de amor, abandonadas. Todas estas leyendas han sido contadas de generación en generación en nuestro país, y forman parte importante de nuestro folklore.

María no es distinta a todas ellas, pues representa una historia de terror mexicana por excelencia. Este personaje es el fantasma de una mujer que pena por la Ciudad de México, robando el aliento de los hombres por su belleza, o quizás por el horror de encontrarla a media noche. Café Tacvba ha sabido plasmar esa mexicanidad en torno a la muerte tan difícil de definir, pero tan evidente en el tema; es la picardía encantadora de María, el ritmo melancólico, al tiempo que risueño y, por momentos, sensual. Porque para nosotros, la muerte va mil veces más allá del miedo o la tragedia, incluso en la crudeza del simple acto de morir.

Esta canción es perfecta para añadir a tu playlist de Día de Muertos porque, como hemos visto, engloba en su corta duración gran parte de nuestras historias; tanto así, que en ocasiones se interpreta como una tonada dedicada a La llorona.

Te invitamos a escucharla por ti mism@, y a decirnos qué te parece, no sin antes prestar especial atención a su última estrofa, la más significativa de todas, porque logra poner la piel de gallina:

“Es María quien pena en las calles,

y debajo de un farol

roba besos y vida a la gente

mientras ella yace en un cajón”.

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