LOS OLVIDADOS, una película mexicana prohibida en los cines

Sin duda, existen películas que nos cambian la vida; y quizás te resulte un poco exagerado leerlo, pero el cine, con sus historias, personajes y brillantes puestas en escena, tiene el poder de hacernos reír, llorar, reflexionar.

Conocer las joyas cinematográficas de todos los tiempos es algo que no debemos pasar por alto y, en el caso de México, la lista es enorme… por ello, hoy comenzaremos con Los Olvidados (1950), de Luis Buñuel, director español refugiado en nuestro país, a propósito de su próximo aniversario luctuoso.

Este filme significó en su tiempo una realidad muy cruda, descrita de forma tan magistral, que logró horrorizar a su público. ¡Conoce su historia a continuación!

Una “Época de Oro”

Era México a finales de los años 40 y principios de los 50. En aquel entonces, el país presumía al mundo su apresurada transición hacia la modernidad por medio de la urbanización e industrialización. Esto, por supuesto, marcaba de forma tajante la división entre clases sociales, a pesar de que también existía una emergente clase media.

El arte es un reflejo de la vida, sí, pero nunca del todo fiel, de ahí que el cine nacional se empeñara en documentar la situación por medio de películas de corte comercial con diversas temáticas, principalmente melodramas protagonizados por grandes estrellas como Pedro Infante, María Félix, Jorge Negrete, Pedro Armendáriz y Silvia Pinal.

La Época de Oro del cine mexicano retrataba historias donde los pobres eran buenos, y aunque vivían tragedias y carencias, al final eran recompensados de alguna manera. A la mayoría de los mexicanos de aquella época les gustaban estas producciones… de ahí que el inminente rechazo por Los Olvidados fuese algo lógico.

Un artista exiliado

El director de cine español, Luis Buñuel, se había exiliado en México huyendo del gobierno franquista. Aquí filmó dos películas, Gran Casino (1947) –un rotundo fracaso– y la exitosa El Gran Calavera (1949). Entonces el productor Óscar Dancigers le sugirió hacer una película sobre los niños pobres en México, por lo que escribió Los Olvidados.

Entre el 16 de febrero y el 9 de marzo de 1950, y con un elenco de jóvenes no profesionales, Buñuel se desplazaba entre los Estudios Tepeyac y los límites al norte de la Ciudad de México, como Nonoalco, el barrio de La Romita, o los terrenos baldíos donde se erigiría años después El Centro Médico. Él antes había recorrido los barrios marginales de la ciudad –los olvidados, los que no encajaban con la modernidad y siempre se escondían con vergüenza al mundo– para tratar con su gente, enterarse de sus historias, y así hacerse de un grueso acervo que simbolizaba la violencia de las clases bajas.

A finales de ese mismo año, la película se estrenaba en el Cine México de la Colonia Roma, ofendiendo al público, y generando gran controversia en los medios. Viendo todo esto, entonces… ¿de qué trata?

Un filme histórico

En resumidas cuentas, va así: El Jaibo es un adolescente que escapa de la correccional y se reúne en el barrio con su grupo de amigos, que oscilan entre los 12 y los 18 años, y del cual es líder. Unos días después, El Jaibo asesina, en presencia de su amigo Pedro, al muchacho que supuestamente le delató y mandó a la correccional. A partir de ese momento, los destinos de Pedro y El Jaibo estarán trágicamente unidos: se complementan y proyectan el uno al otro, para cumplir con un destino negro al que es inútil resistirse.

Las historias de los niños se entretejen, mostrando temas como la violencia a la mujer, la carencia de las figuras paterna y materna, las malas influencias, la promiscuidad, la crueldad inherente al ser humano, el abandono, la falta de oportunidades, y todas sus consecuencias.

Así, la película no estuvo más de tres días en cartelera, porque mostraba una visión descarnada de la sociedad mexicana. El mismo Jorge Negrete –que entonces era el líder del Sindicato de Actores– mencionó que, de haber estado en México al momento de su rodaje, hubiera prohibido su filmación. Pero, a pesar de todo, fue premiada en Cannes y reconocida internacionalmente; fue tan revalorada con el tiempo, que en 2004 la Unesco la incluyó como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

A todo esto, como dato curioso, debes saber que para 1999 fue encontrado un original extraviado que incluía un final feliz alternativo desechado por Buñuel. ¿Te imaginas cómo hubiese cambiado el impacto de la película si su director hubiera optado por exhibir el final feliz?

Algunos la consideran la mejor película mexicana de todos los tiempos… es difícil determinar un juicio tan tajante, pero lo que sí es cierto, es que representa una de las obras claves de la cinematografía mundial. Es una obra surrealista, rica en cuadros artísticos, imágenes subliminales y oníricas; está narrada de forma hermosa y muy extraña, de ahí su valor completo, en fondo y forma. ¿Te animas a verla? ¿Ya la conoces? Cuéntanos tus impresiones en la sección de comentarios.

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