EL MÉXICO FANTASMA DE PEDRO PÁRAMO, la obra más representativa de nuestro país

Escucha el murmullo: “Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo”. Así comienza una de las obras más relevantes de todos los tiempos, no sólo por ser considerada la más representativa de México en el mundo, sino para la literatura en lengua castellana y universal. Sí, imagínate, es tan fabulosa que Álvaro Mutis, colega colombiano del gran Gabriel García Márquez, le dio en sus inicios como escritor un libro y le dijo: “Lea esa vaina, carajo, para que aprenda”. Por supuesto, se trataba de Pedro Páramo (1955), escrita por el jalisciense Juan Rulfo… y sí, aprendió, por lo que es catalogada como una de las obras precursoras del boom latinoamericano. Qué cosas ¿no?

A propósito de estas fechas en que conmemoramos a nuestros difuntos, vale la pena retomar y recomendar este clásico mexicano que, por cierto ¡está plagado de fantasmas! ¿Lo conoces?

Ya sea que te guste leer, que los espantos te llamen la atención, o incluso si sólo tienes curiosidad ¡quédate, que aquí te contamos todo!

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Un tal Juan Rulfo

El autor nació en Sayula, Jalisco, hacia 1917, aunque vivió parte de su infancia en la población de San Gabriel. Se formó en un entorno rural, de haciendas y campos destruidos por la violencia de la Revolución y la Cristiada. Así, el joven Rulfo se apropió de estos escenarios, al igual que de las experiencias que lo acecharon desde muy temprana edad: la guerra, el despojo y la orfandad, todos temas que habrían de permanecer en su pequeña, pero magnífica obra.

Llegó a desempeñarse como cuentista, novelista, fotógrafo y editor, aunque se le reconoce, sobre todo, por su volumen de cuentos El llano en llamas (1953) y su primera novela Pedro Páramo (1955). Sin proponérselo, había creado un legado inagotable.

Entre los murmullos de un pueblo fantasma

Pero, en sí ¿de qué trata esta novela? Bueno, cuenta dos historias; la primera tiene como protagonista a Juan Preciado y se ubica en el presente. Mientras su madre agoniza, él le promete ir en busca de Pedro Páramo, quien es su padre y cacique de Comala, para así reclamar su lugar. Sin embargo, cuando llega a su destino descubre que su padre está muerto, y que junto a él ha fallecido prácticamente todo el pueblo.

A diferencia de los recuerdos tan añorados por su mamá, esos que incluían a una Comala llena de verdes extensiones, Juan recorre un territorio estéril, habitado sólo por el polvo y los rumores del viento caliente. Allí, pronto será recibido por varios muertos, todos ansiosos de ser escuchados. Por medio de sus narraciones y murmullos, Juan podrá reconstruir la segunda historia en la novela: la de su padre.

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Desde que Pedro Páramo heredó la hacienda Media Luna, empeñó toda su vida en adquirir el poder en Comala, valiéndose de fraudes, asesinatos, violaciones y chantajes. Su motivación oculta era recuperar a Susana San Juan, su amor de la infancia. Sin embargo ¿cuándo fue que la desgracia cayó sobre Comala? ¿Cómo murieron sus habitantes? Ese es el misterio que tú deberás desentrañar, ¡y nunca mejor dicho! Pues una característica que distingue a esta novela del resto en su época, es su estructura laberíntica.

¿Y cómo es eso? Bueno, su tiempo no es ni lineal ni cíclico, sino que muestra fragmentos de historia a través de múltiples voces y narradores, en aparente desorden. Por ello, el lector debe armar la historia a medida que avanza, lo que la convierte en una novela compleja de abordar a pesar de ser tan breve. ¡Este recurso fue absolutamente innovador en su tiempo! ¿Tú qué dices? ¿Aceptas el reto? Por supuesto, la segunda vez que la lees, notas detalles que cobran todo sentido. Mágico ¿no crees?

¡Visita Comala! La viva, claro…

Como parte de la experiencia, puedes recorrer el Pueblo Mágico que lleva el mismo nombre que el escenario fantasmagórico antes mencionado. Sabemos que no es el mismo, porque la Comala de Rulfo era un pueblo en ruinas; aunque bien el “Pueblo Blanco de América” que podemos visitar en Colima posee un misticismo digno de leyenda.

Comala ofrece diversas actividades y atractivos que nos llevan a revivir los pasajes de la obra, como el monumento a Juan Rulfo, junto al cual te puedes sentar y tomar una foto de recuerdo. A los fans del autor, la verdad, esto nos emociona mucho. Asimismo, el Pueblo Mágico expresa su magia e historia a través del arte, naturaleza y gastronomía. Su paisaje invita a pasar un día de campo, entre lagunas con vista a su volcán activo.

¡No te lo pierdas! Será una increíble experiencia literaria.

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El legado de Pedro Páramo

En su época, Juan Rulfo creyó que no lo habían entendido, pero desde 1955 su obra no dejó de reimprimirse, tanto que está presente en las bibliotecas de todo el mundo, traducida a más de treinta idiomas. También fue llevada al cine en dos ocasiones, en 1967 y 1978.

Mediante su pluma, el autor jalisciense mostró una perspectiva diferente, situada en la Guerra Cristera, frente a la tan explotada Revolución. Creó un pequeño universo sin tiempo, de violencia y poesía, de aventura y tragedia, de superstición y fantasmas; pero, ante todo, dibujó el alma mexicana, tan humana, de ahí su gran legado y universalidad. ¿Te animas a leerla? ¿Has recorrido ya sus páginas? ¡Cuéntanos en los comentarios!

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