Para monstruos, apariciones y bestiarios, la cultura mexicana. ¡Tenemos una tradición riquísima en historias aterradoras! Basta con echar un vistazo a la mitología de los mexicas, de donde salen criaturas dignas de pesadilla, como el ahuízotl, monstruo enviado por Tláloc, o los temibles brujos que aún parecen perseguirnos por la noche. Sin embargo, los mitos mayas no se quedan atrás, pues si bien esta cultura se destaca por sus hermosas historias de amor, como el cuento de la princesa Sac Nicté, también posee leyendas escalofriantes como la que te narraremos hoy.
Dicen que en las serranías de Chiapas existió un ente maléfico conocido como el “dzulúm”, quien llevaba a las doncellas a su perdición. ¡Quédate para leer el mito completo!
El peor de los seductores
Se cree que la palabra “dzulúm” significa "ansias de morir". En la mitología maya, era una criatura cuya apariencia no se podía describir con certeza, porque nadie que lo hubiera visto vivía para contarlo. Sus orígenes también son desconocidos, pero a menudo se le describe como un animal o un hombre maldecido por los dioses tras cometer un crimen. Triste y solitario, deambulaba por los bosques de la península como un ente nocturno.
Muchos lo retratan como un jaguar gigante de pelo hermoso y brillante bajo la luna, de mirada enigmática, o en ocasiones como un hombre lobo muy grande, sucio y espeluznante, de dientes y garras afiladas. Pero lo peor no es precisamente su aspecto, sino que, ya fuera por malicia, o porque realmente necesitaba alimentarse, usaba magia negra y antigua, así como aromas e ilusiones para atraer mujeres bellas a la selva y devorarlas.
Las jóvenes que se encontraban de frente con él, experimentaban un deseo irreprimible de seguirlo, por lo que se adentraban a la selva y nunca más se les volvía a ver. Quizás, se mostraba físicamente hermoso ante ellas, y horrible para los demás. Como fuese, pronto se le consideró como una de las criaturas más temidas por hombres y animales.
Algunas versiones detallan que, si algún animal se lo llegaba a encontrar, aunque se tratase de uno tan grande y fiero como el jaguar, terminaría por ofrecerle a su presa como una forma de tributo. De hecho, varios pobladores le rindieron sacrificios con tal de alejarlo de sus tierras; sin embargo, se dice que el dzulúm era obstinado, y que una vez encaprichado con una de sus víctimas, difícilmente se rendía hasta devorarla.
Suena a la historia de un nahual terrible y muy poderoso ¿no crees? ¿Conocías a este monstruo de la mitología maya? Cuéntanos tus impresiones en la sección de comentarios.
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