La mitología mexicana es tan hermosa y vasta como la de otros pueblos; abarca temas amorosos, filosóficos, de honor y, por supuesto, de terror, porque todos alguna vez hemos temido a la noche y a lo que se oculta en ella. Un gran ejemplo de esto son los diferentes tipos de brujos que se dice habitaron en el México prehispánico ¿los conoces?
Según los antiguos, para llegar a ser hechicero y conocer los secretos de la magia náhuatl, existían tres caminos: El primero consistía en la fecha de nacimiento, pues los alumbrados en los días Ce ehécatl y Ce quiáhuitl estaban destinados a esta forma de vida. La segunda manera era por medio del aprendizaje riguroso y estricto; mientras que la tercera partía de un defecto físico en la persona, ya que esto se relacionaba con Xólotl o “el señor de los monstruos y los brujos”. De ahí que animales como el axolotl y el xoloitzcuintle se encuentren ligados a él.
Una vez que esto era determinado, podían desempeñar distintos tipos de magia. A continuación, te mostramos tres tipos de brujos según la tradición.
Tonalpouhque o el adivino
De forma privada y familiar, cada campesino en la sociedad mexica buscaba reforzar la producción de su parcela mediante rituales. Entonces visitaban al “tonalpouhque”, una especie de adivino, quien les señalaba los días propicios para iniciar las labores de campo. Ofrendaban a la tierra, a los dioses de la lluvia y al fuego para obtener una buena cosecha. Estas actividades iban acompañadas de plantas a las que se les atribuían poderes sobrenaturales, como el tabaco y el estafiate.
Por otra parte, cuando un niño nacía, lo primero que hacían los padres era llamar al tonalpouhque para que les dijera el destino del pequeño. Tras determinar su signo, anunciaba si era fausto o nefasto. Si el bebé nacía con un mal signo, el siguiente paso consistía en señalar el día en que debía “bautizarse”, cuatro días después, para tratar de revertir su suerte.
Como podrás ver, su magia era blanca, y ellos presentían la existencia de otros brujos. Su fortuna podía ser bastante oscura, como los siguientes.
Tlacatecolotl o los hombres búho
La leyenda cuenta que quienes nacían en los días Ce quiahuitl y Ce ehécatl, desde pequeños podían transformarse a voluntad en diversos animales: lobo, coyote o lechuza, principalmente, y que eran magos perjudiciales. Esto se encuentra bastante ligado al mito del nahual. De hecho, no es de extrañar que al “brujo malo” se le haya relacionado con este animal, pues el tecolote era considerado un mensajero de la muerte y de la mala fortuna en general: “Cuando un búho cornudo gritaba en la orilla del techo, se decía que uno moriría en batalla o su hijo fallecería”.
Los tlacatecolotl eran capaces de provocar enfermedades y muerte, lo que les permitía vivir de su magia negra, ya fuera por lanzar maleficios bajo encargo o como chantaje. En ocasiones, aquellos que enfermaban por causa de su acción acudían con ellos para que retirasen la maldición a cambio de un alto pago, o incluso de todo lo que poseyera el afectado. Suena terrible ¿verdad? Además, se les representa de formas muy siniestras.
Mometzcopinqui o la que se arranca las piernas
Las mujeres nacidas en la fecha Ce ehécatl desarrollaban también habilidades sobrenaturales. Para poder hechizar, debían retirar cada una de las articulaciones de sus piernas para posteriormente quitárselas y cambiarlas por patas de ave; otras descripciones añaden un pico y sustituyen sus brazos por alas. Sobre sus piernas originales se dice que las enterraban en casa. La transformación les daba la posibilidad de desplazarse por los aires, o también de tomar la figura de aquellas bolas de fuego que han podido verse volando entre cerros. ¿Verdad que corresponde a la descripción de nuestras brujas tradicionales? ¡Su leyenda proviene desde entonces!
Además de las características prehispánicas, con el tiempo se les han adjudicado rasgos de otras culturas occidentales, como el estudio en libros secretos, su sabiduría para preparar venenos y elixires, o su pacto con el Diablo. A cambio, él obtiene su alma y la de los bebés cuya sangre succione la bruja.
¿Qué opinas de estos relatos? ¿Verdad que son bastante aterradores? Cuéntanos si conoces más variantes u otras leyendas en torno a los brujos, ¡te leemos en la sección de comentarios!
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