Rosa, que te quiero rosa: el color de México

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¿De qué color crees que es México? Piensa tu respuesta un momento… resulta difícil ¿verdad? Siendo una nación tan llena de tonalidades en sus vastos paisajes naturales, festividades y símbolos, nos es muy complejo pintarlo de un solo tono ¿no crees? Justo durante el mes de septiembre, vemos las calles llenas de verde bandera, como extraído de los extensos valles y la deliciosa salsa de tomate con cilantro; el rojo sangre, intenso y pasional como muchos de sus candentes habitantes cof cof; digo, ¿y el rosa? ¿Dónde entra? Bueno, precisamente el color conocido como fucsia o magenta, es el que brinda identidad a nuestro México en el extranjero. ¿No me crees o no te explicas por qué? Pues mira a tu alrededor.

El rosa mexicano tiñe fachadas, vestidos típicos, dulces, juguetes de madera, vajillas artesanales, decoraciones textiles de toda clase, y hasta a nuestra flor representativa, que es la dalia. Claro, vive en muchos otros sitios también, como en esa buganvilia que se adueña de paredes enteras durante la primavera. Pensar en todo esto nos hace sentir en casa ¿verdad? Sólo por ello, el día de hoy queremos contarte cómo fue que este color se instituyó casi oficialmente como el nacional. ¡Tan bonito, alegre y vivo! Igual que México…

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El origen: la grana cochinilla

Nos remontamos a las tradiciones y herramientas de los pueblos originarios, cuando el color se conseguía a través de pigmentos naturales. Los mayas y los aztecas utilizaban la grana cochinilla –un insecto parásito del nopal, al que le daban el nombre de “nocheztli” o “sangre de tuna"– para crear colores intensos. Cuando este animalito se seca y se tritura, se obtiene un tono guinda. Si se mezcla con ácidos se vuelve rojo y hasta anaranjado, pero si se revuelve con alcalinos se convierte en morado. Estos experimentos dieron origen al rosa que se reconoce como una de las tonalidades insignia del imperio mexica.

A partir de entonces, se dio paso a una tradición textil con dicha paleta de colores como la imperante. La grana cochinilla era uno de los tonos más codiciados, tanto por los pueblos originarios, como por los españoles que llegaron a México durante la época de la Conquista.

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Ramón Valdiosera, el gran artista

Pero ¿quién fue el responsable de darle renombre a este color? Hace apenas 70 años, al presidente Miguel Alemán se le ocurrió lanzar una iniciativa federal. Ésta pretendía colocar a México en el mapa internacional de las artes, la modernidad y la innovación; además de continuar forjando la identidad nacional. Entonces Ramón Valdiosera (1918-2017), pintor, escritor, historietista, director de cine y diseñador de moda, se embaucó en un viaje exhaustivo por todo el país, en busca de las indumentarias y el arte textil de los pueblos originarios.

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Durante su travesía, Valdiosera entró en contacto con los colores, la estética, las formas y los motivos que cada comunidad empleaba para vestir. Esto lo llevó a idear en 1946 un proyecto para crear una marca de moda mexicana que recuperara los aspectos más característicos del arte textil que atestiguó durante sus viajes. Inspirado en la buganvilia y en la grana cochinilla, los magentas predominaron en sus creaciones.

Llegó a presentar su obra en París, Chicago y Philadelphia. Para 1951, su nombre figuró en una icónica pasarela de moda en Nueva York. Fue allí donde, tras mostrar sus diseños, un periodista le preguntó por qué había elegido ese color en particular. El artista veracruzano respondió que era un tono arraigado a la cultura mexicana. Sin saber que acuñaría un término que prevalecería por siempre, el entrevistador asumió: “… so it is a Mexican Pink”, “así que… es un rosa mexicano”. Y el resto es historia.

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Un legado rosa

Valdiosera siguió trabajando como muralista, ilustrador y diseñador de modas durante toda su vida, hasta que falleció a los 98 años en 2017. Su legado continúa vigente, pues consiguió su objetivo principal al convertir el rosa mexicano en un emblema de la identidad nacional. Podemos encontrarlo en todas partes desde entonces… ¿o es que siempre ha estado ahí, pero sólo Valdiosera decidió señalarlo? ¿Tú qué piensas? ¿Conocías esta historia?

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