Una de las especies que más distinguen a México en el mundo es, sin duda, el nopal, pues crece en la mayor parte del país. ¡Incluso se encuentra en nuestra bandera! Se dibuja verde, debajo del águila que devora una serpiente. Y resulta obvio decirlo, pero una buena parte de las plantas en el mundo son así: verdes.
Esta cactácea se caracteriza por tener una savia espesa y transparente que le da su textura y sabor tan particulares. Asados o en ensalada saben riquísimos, además de ser muy saludables gracias a su gran cantidad de fibra soluble. Sin embargo ¿sabías que existen nopales morados o violetas?
¡Sí! Por más raros –y bonitos– que luzcan con sus flores amarillas, son reales y es posible encontrarlos en nuestras tierras. Descubre a continuación a qué se debe este fenómeno.
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Maravilla en tonos magenta
Existen tres especies del género Opuntia, llamadas violacea, macrocentra y gosseliniana. Crecen exclusivamente en la llamada Zona del Silencio en Durango, al norte de México y al sur de Arizona, en Estados Unidos. Esta reserva de la biosfera, ubicada en el Bolsón de Mapimí, es un lugar enigmático y fascinante que sigue sorprendiendo a quienes lo exploran, debido a las rarezas que guarda… pero hoy vamos a centrarnos en una de ellas, el nopal.
Es una cactácea muy resistente y adaptada a las condiciones extremas del desierto. Puede llegar a medir hasta un metro y medio de altura; da flores amarillas y tunas de color magenta. En época de lluvias, estos nopales suelen verse verdes, pero cuando no han recibido agua, la clorofila –responsable del tono verdoso– se sustituye por carotenoides, que existen en legumbres como las fresas o los betabeles.
De esta forma, durante la época de sequía, así como en las fuertes heladas del invierno, cambia su color verde habitual por un púrpura intenso, lo que le da una imagen única y súper fotogénica.
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¿Una buena noticia? ¡Estas tres especies no se encuentran en peligro de extinción, porque se reproducen en colonia! Y la duda del millón: ¿se pueden comer? Bueno, como todos los nopales que crecen en México, estas tres especies son comestibles, aunque su sabor es distinto al de los nopales tradicionales, debido a que cuentan con menos agua en sus tejidos.
Sin duda, la diversidad de nuestras tierras es impresionante. ¿Conocías este tipo de cactáceas? ¿Te gustaría probar una? ¡Cuéntanos en la sección de comentarios!
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