Achoque, el primo michoacano del ajolote

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A primera vista pensarás que se trata de un ajolotito de Xochimilco… un poco terroso, pero ajolote al fin y al cabo. Y quizás tengas algo de razón en esto, con la excepción de que éste en realidad se llama achoque, y es un anfibio endémico del lago de Pátzcuaro, así como la laguna de Zacapu, en Michoacán.

¡Sí! Se trata del primo canela pasión de los ajolotes rositas que conocemos. Pero, a pesar de sus similitudes, el achoque también tiene sus particularidades que lo hacen único. Quédate para descubrir algunas.

1. Una especie ancestral

Se cree que la antigüedad del achoque podría ser de hasta 370 millones de años. Su nombre proviene del purépecha “achójki”, que se ha interpretado como lodo, cieno o renacuajo. Como sea, cualquiera de estos títulos le va bien ¿no crees?

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2. Similitudes con el ajolote

Tal como el ajolote, el achoque es un animalito acuático que mide alrededor de 25 cm, incluyendo su cola. Toda su vida permanece en estado larvario; mantiene sus branquias y otras características de las larvas aun cuando madura sexualmente y se reproduce. No existe una diferencia marcada entre ambos sexos, y es una especie elusiva, es decir, que se esconde.

Viven en el fondo del lago, y los colores de su piel le permiten camuflarse a la perfección con el espacio. Y, por si te lo preguntabas, sí: también pueden regenerar partes de su cuerpo durante toda su vida.

3. Su papel en la medicina

En Pátzcuaro, desde épocas prehispánicas, el pobrecito achoque se ha utilizado como alimento por tener un alto contenido energético y nutricional. También es muy importante en la medicina tradicional purépecha, pues se le vincula con el tratamiento para enfermedades respiratorias, empachos, sofocamientos, y hasta se le considera un remedio para facilitar el parto.

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5. Una especie en riesgo

Por desgracia, debido a la contaminación del lago de Pátzcuaro, la sobreexplotación del animalito, y otros daños relacionados con el ser humano, las poblaciones de achoque han disminuido de forma drástica, por lo que se encuentra en la lista de especies en riesgo. 💔

Para el 2011, esta especie se encontraba extinta casi por completo del lago, pero un grupo de religiosas de la orden de predicadores del monasterio de María Inmaculada de la Salud decidieron iniciar cría en cautiverio para su conservación.

Por fortuna, esto ha sido de gran apoyo, pues el achoque es una especie que se adapta bastante bien al cautiverio ¡y también posee un alto potencial reproductivo! Lo que da esperanza en su supervivencia. 

¿Lo conocías? ¿Te gustaría contribuir con la cría de achoque para su conservación? ¿Te gustan más los ajolotes rositas? ¡Cuéntanos en la sección de comentarios! Te estaremos leyendo.

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