¡Conoce a la santa que inspiró el traje de china poblana!
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En las próximas fiestas patrias, uno de los atuendos más utilizados es el de china poblana ¿recuerdas esos festivales de la primaria, cuando todas las niñas lo usaban? Es bonito, colorido y representativo de nuestro país, pero más allá de su apariencia y su actual inherencia a nuestra cultura, vale la pena preguntarnos su origen. ¿Por qué “china”? ¿No se supone que es mexicana, específicamente poblana?
Bueno, en realidad existen muchos mitos en torno a esta figura; el más popular menciona que fue un personaje histórico que vivió durante la época colonial. Cuentan que era una princesa raptada por piratas, comprada por españoles al llegar a Puebla. ¡Sí! En una historia que oscila entre la realidad y la fantasía, y que debes conocer como una leyenda clásica de México.
¡Te la narramos a continuación!
La china Catalina
Cuentan los cronistas que en 1609 nació la princesa Mirra en India. Cuando tenía diez años, sus padres tuvieron que abandonar la ciudad y partieron a un puerto cerca de Portugal, donde se asentaron. Una mañana, los piratas arribaron, y la niña fue raptada en la playa; la tomaron prisionera y la llevaron a Manila en las Islas Filipinas. La pobre Mirra fue despojada de sus finos vestidos y joyas, y la encerraron en una bodega. Así, de princesa pasó a ser esclava.
Por otra parte, en 1620, el marqués de Gálvez –que entonces era el virrey de México– deseaba tener a su servicio a una joven asiática que fuese tan exótica en el palacio como un papagayo en su jardín. Así, un mercader que trajinaba entre Acapulco y Manila trajo en la Nao de China el capricho del virrey: una niña hindú de unos doce u once años, la princesa Mirra.
Sin embargo, el mercader no la entregó a Gálvez, sino que la vendió al millonario capitán Miguel de Sosa, que vivía en Puebla de los Ángeles casado con Margarita de Chávez. Él pagó diez veces más de lo que prometía el marqués. La pareja eran buenas personas, por lo que la bautizaron y educaron cristianamente con el nombre de Catarina de San Juan. Así, quedó en casa de los Sosa como ahijada y sierva.
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Mirra o Catarina era muy hermosa. Aprendió a hablar español, a cocinar y a hacer finas labores de aguja, pero se negó a aprender a leer y escribir. Cuando creció, se hizo popular por su manera peculiar de arreglarse. Había comprado telas de diversos colores, y las adornó con chaquiras, canutillos y lentejuelas, creando una simbiosis entre lo mexicano y lo hindú. Después, otras mujeres la empezaron a imitar, ¡y así nació el traje de china poblana! Y es que, como era muy extraño ver una mujer con rasgos orientales, en la ciudad la llamaban “china”, sin importar que fuera de un origen distinto.
En 1624, Mirra obtuvo su libertad, pero también con ello quedó en la calle. El Padre Pedro Suárez la recogió y vivió hasta su muerte en 1688, a los 82 años, en la humildad de la vida eclesiástica. En el Convento de Santa Catalina logró fama de santa, pues aseguraba jugar al escondite con el niño Jesús, ver ángeles y a la Virgen, hablar largamente con una escultura de Jesús Nazareno, y que los demonios la acosaban. Eso sí: siempre vistió con su indumentaria de saya, manto y toca.
Cuando falleció, la población comenzó a venerarla, pero la Santa Inquisición prohibió la reproducción de sus retratos para detener su adoración. Es una historia extraña, y muy interesante ¿verdad?
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Traje nacional
El atuendo tradicional de la China Poblana consta de una falda bordada con lentejuelas que simulan el águila nacional. La blusa lleva bordados alusivos a la cultura indígena, un rebozo, y una fajilla a la altura de la cintura que da unión y cohesión a todos los elementos. Los colores verde, blanco y rojo se comenzaron a utilizar después de la Independencia de México.
Con el tiempo, el traje se estilizó y se convirtió en la vestimenta nacional por excelencia. Actualmente exige un chongo trenzado con moños tricolores, varios collares de cuentas de papelillo y grandes arracadas de oro. ¿Alguna vez portaste uno o conoces a alguien que sí? ¿Se nos pasó mencionar otro elemento? ¡Dinos en los comentarios!
Sin duda, este traje ha obtenido un lugar destacado en nuestra cultura y alrededor del mundo.
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