El traje típico de Atlixco: tradición y moda francesa del Porfiriato

Cuántas veces nos hemos maravillado al ver un traje típico. A menudo nos preguntamos qué es lo que significa cada pieza, o si se trata de simple ropa distinta a la nuestra por pertenecer a otra época. Sin embargo, la realidad es que cada traje regional es un símbolo y una representación de la forma de vivir, las costumbres y las tradiciones del pueblo que lo porta.

Tal es el caso del traje de Atlixco, que se basa en la elegancia de la época del Porfiriato, inspirándose principalmente en la moda francesa y española, porque según se dice, los pobladores atlixquenses al ver llegar a los extranjeros, se quedaron maravillados con sus vestimentas. Entonces decidieron tomar algunos rasgos de sus atuendos para los suyos, pero agregando un toque indígena para que fuesen más funcionales en sus actividades diarias.

El traje de la mujer es llamado La China Atlixquense, y consiste en una falda con pastelones –tablones de tela– que eran la moda en aquella época, pero que para diferenciarlos fueron colocados en los extremos de la enagua; para que no se transparentara la falda, se utilizaba un fondo de refajo que se hacía con deshilado, y que hoy es de encaje y alforjas.

Para cubrir la parte alta del cuerpo se utiliza una blusa recatada de seda de medio olán y brocados, o bien una camisa con incrustaciones de chaquira, con bordado a gancho en las mangas y parte del pecho. Si se usa la blusa con las mangas bordadas, en la espalda se coloca una mascada de tela fina y delgada traída de Europa, con bordado deshilado y dobladillo hecho a mano. Como accesorios se usan aretes y collar de plata. Por su parte, el peinado consiste en trenzas colocadas en forma de 8 en la parte de la nuca, ajustadas con peinetas de carey.

El traje del hombre se conoce como “los charros de a pie”. Es una mezcla de la vestimenta de los españoles y los atlixquenses; consiste en pantalones de lana a rayas, una camisola sin botones con la parte de abajo metida en el pantalón, y una faja amarrada en la cintura para hacerlos tener el porte de “palomo”, es decir, con el pecho en alto.

Se coloca un paliacate alrededor del cuello, esto porque se usaba para quitar el sudor del trabajo en el campo, y otro paliacate alrededor de la cabeza, sólo para el sudor de la frente. Como sombrero pueden utilizarse dos tipos; uno de palma y otro de pelo de conejo con copa de piloncillo o zapatista, agregando como accesorio al traje un morral de ixtle para el campo, así como una botella adornada con flores y papel picado. Allí transportaban sus alimentos para consumir en el descanso de la ardua jornada.

Como podrás notarlo, los trajes no sólo eran utilizados para fiestas o una celebración importante, sino para su día a día. Las mujeres vestían de forma cómoda para sentirse seguras y poder cuidar y ver su casa; los hombres portaban ropa fresca y de uso rudo para su gran labor en el campo.

Vivir es recordar, y qué mejor manera de hacerlo que con estas maravillosas prendas que muestran a cada habitante de Atlixco el esfuerzo que realizaron sus antepasados para convertir a su pueblo en lo que es ahora.

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