El Señor del Veneno: un milagro tan hermoso como extraño

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A veces, ocurren sucesos tan extraños, que nos hacen creer en la veracidad de los milagros. Ejemplo de ello es la historia que gira en torno a una de las siete imágenes antiguas que nuestra bella Catedral Metropolitana de la Ciudad de México guarda. Es completamente azabache, y los fieles la conocen como “Santo Cristo Señor del Veneno” o “Cristo Negro”.

Esta imagen es la más venerada de la Catedral, y con el paso del tiempo, el cariño que la gente le profesa se ha fortalecido; tanto que podría decirse que ésta sostiene económicamente a la iglesia, además de contar con una enorme cantidad de milagros.

Sin embargo, lo que más llama la atención acerca de ella son todas las leyendas que se cuentan acerca de por qué adquirió ese color oscuro. Esta que te narramos a continuación es la más conocida. ¡Quédate para descubrirla!

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Un acto de perdón y piedad

Se dice que, al principio, la imagen del Cristo que hoy es negra, resaltaba entre los oros del altar debido a la blancura de su piel. Entonces había un sacerdote que acostumbraba orar todos los días ante ella y, finalizados los rezos, besaba piadosamente sus pies.

Un día, un mal hombre confesó al religioso que había robado y asesinado sin piedad a otra persona. El confesor le dijo que Dios siempre estaba dispuesto a perdonar, pero que para poder darle la absolución era necesario que devolviera lo robado y que se entregara a la justicia; con confesarse no bastaba, debía arrepentirse de corazón y remediar los daños provocados. Por supuesto, al asesino no le gustó oír esto.

Lleno de furia y con miedo a ser entregado, se retiró del confesionario pensando en la manera de acabar con el clérigo. Caída la noche, se introdujo a la capilla donde estaba la imagen y ungió los pies del Cristo con un veneno de efecto retardado. Pensó que si colocaba una poción letal justo donde el religioso posaba sus labios, eventualmente amanecería muerto sin que nadie sospechara nada.

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Así, cuando el clérigo hizo sus oraciones acostumbradas, ocurrió el milagro ante los ojos de todos los fieles… incluyendo al hombre que intentaba matarlo. Resulta que, al momento en que se acercaba a besar los pies del crucifijo, quedó admirado al ver cómo la imagen flexionaba las rodillas, levantando los pies para que no le fueran besados. Al mismo tiempo, absorbió poco a poco el veneno de pies a cabeza, convirtiéndose en un Cristo Negro. ¡Había salvado la vida del sacerdote!

Se sabe que, tras acontecer evento tan maravilloso, el asesino se entregó a la justicia para pagar sus crímenes. Con lágrimas en los ojos pidió perdón a Cristo, y así no sólo obtuvo una condena más breve, sino que terminó su vida en Gracia de Dios. Es una historia muy hermosa ¿no crees?

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¡Visita al Señor del Veneno!

Esta imagen tan preciada data del siglo XVIII, y originalmente se encontraba en la capilla de Porta Caeli en el centro de la CDMX. Sin embargo, tras la Revolución, el Cristo fue llevado a la Catedral Primada. Se empezó a venerar en una capilla muy pequeña de la Catedral, pero era tanto el número de personas que lo veneraban, que se tuvo que pasar al altar de la entrada de la Catedral. Dicen que es muy milagroso, de ahí que tanta gente le muestre agradecimiento.

La fiesta religiosa en honor al Señor del Veneno se celebra el tercer viernes de octubre, pero todos los viernes, a las 12 PM, se oficia una misa en su honor. ¡No pierdas la oportunidad de visitarlo! Tenle mucha fe, que es un Cristo muy especial. ¿Qué opinas acerca de esta historia? ¿Conoces otra versión? ¡Cuéntanos en la sección de comentarios!

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