Las leyendas forman parte de la riqueza de México, y sus Pueblos Mágicos no son la excepción. Ejemplo de ello es Orizaba, Veracruz, donde se ha narrado por generaciones la inquietante historia de la Niña del Ángel. Según pobladores, entre las tumbas del panteón Juan de la Luz Enríquez, se perciben los pasos y la sombra de una niña siempre acompañada por un guardián de enormes alas.
En esta ocasión, te contamos este escalofriante relato, para que tu próxima visita a Orizaba sea aún más especial. ¡Quédate y descúbrelo!
El origen de la escultura
Cuenta la leyenda que un matrimonio de origen español llegó a Orizaba con su hija, quien tenía tan sólo dos años de edad. Su nombre era Ana María Dolores Segura y Couto, y a menudo se quedaba bajo el cuidado de su niñera u otros empleados, pues sus padres viajaban constantemente. Fue en una de aquellas prolongadas ausencias que la pequeña falleció; algunas versiones apuntan a que fue por una meningitis, mientras que otros dicen que ocurrió cuando la niña se acercó accidentalmente a una vela que incendió su vestido.
Los desconsolados padres mandaron a construir una tumba con el reconocido escultor Runaldo Cuagnilli, quien trabajó el mármol de Carrara más precioso, traído desde Italia. Pidieron una imagen en tamaño real de Anita, como si estuviera dormida, cuidando que cada detalle fuese perfecto: la cama, el vestido con flores y hasta los pliegues de las sábanas. Atrás, se talló un ángel de la guarda para que siempre cuidara de ella. Hay quienes aseguran que la posición del serafín fue diseñada para que los rayos del sol nunca peguen sobre el rostro de la niña. La escultura, a pesar de su triste motivo, es muy hermosa.
Esta tumba data de 1908, y durante más de cien años permaneció sin ninguna modificación, hasta 2018, cuando autoridades municipales colocaron un domo para la conservación de la escultura que es visitada por cientos de turistas. Es un patrimonio conservado por autoridades municipales, quienes han impedido que representantes del Museo de Arte del Estado de Veracruz se la lleven.
Lo que cuentan los pobladores
Con el tiempo, los padres de la niña dejaron Orizaba, pero se dice que tras el entierro comenzaron a suceder eventos muy extraños; por ejemplo, testigos afirman que los ojos de la escultura se abren para mirar a su alrededor, o que es posible escuchar a una niña deambulando por el cementerio en busca de sus padres. Otros cuentan que Anita concede deseos a otros niños; si el deseo se cumple, el pequeño deberá dejarle un juguete.
Eso sí: tendrás que ser muy respetuoso. Los orizabeños relatan que cada persona que visita la tumba debe llevar un regalo, una flor o rezar, para evitar que el ángel se moleste y decida castigar la falta de respeto.
Debido a la popularidad de las leyendas que envuelven al cementerio Juan de la Luz Enríquez, se realizan recorridos nocturnos, usualmente en fines de semana, en horarios de 20:30 horas y 22:00 horas; todo depende de la temporada en que desees asistir. Aquí se cuentan relatos y leyendas ¿te atreves a vivir la experiencia? ¿Conocías la historia de esta tumba? ¡Dinos en la sección de comentarios!
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