¡Descubre la tradicional Noche de Rábanos en Oaxaca!
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¡Una de las tradiciones más curiosas y esperadas en Oaxaca se acerca! Resulta que, durante las vísperas de la Navidad, los artesanos oaxaqueños se reúnen en el zócalo para exponer sus increíbles creaciones talladas en más ni menos que… ¡rábanos!
Sí, desde hace más de cien años, esta linda práctica llena de creatividad se lleva a cabo cada 23 de diciembre. Descubre todo acerca de ella a continuación.
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Esculturas únicas
Esta fiesta, repleta de alegres tonos rojizos, es un evento 100% popular en el que participan artesanos, horticultores y floricultores. Todos ellos muestran su talento artístico a través de esculturas creadas con flor inmortal, totomoxtle y, ante todo, rábano: ¡se llegan a utilizar más de 10 toneladas de esta hortaliza para tallar las figuras más originales e impresionantes! Al final, todos compiten en un concurso por el premio mayor.
La exhibición permanece sólo unas horas, pero reúne a un gran número de personas que visitan el zócalo para admirar la creatividad de los participantes. Las figuras son muy variadas; encontrarás nacimientos navideños a escala y perfectamente detallados, coronas navideñas, vírgenes, la crucifixión de Jesús, bailarinas, bandas musicales, tehuanas, toreros, animales, diablos, calaveras, entre muchas temáticas más. ¡El límite es la imaginación!
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De fondo, esta tradición surgió para impulsar la horticultura estatal. Verás, antiguamente, se organizaba un mercado de la Vigilia de Navidad cada 23 de diciembre. Allí, los comerciantes exhibían su pescado seco, así como las verduras necesarias para la temporada. Sin embargo, para llamar la atención de los clientes, los campesinos comenzaron a decorar sus puestos con figuras hechas de rábanos, adornadas con hojitas de coliflor, lechugas, nabos, y florecitas hechas de cebollas tiernas, sin olvidar los canastos de flores auténticas.
Esto ocurría en la Plaza de Armas de la Vieja Antequera, hoy en día el zócalo de la ciudad. Con el tiempo, se fue volviendo una costumbre, hasta que el 23 de diciembre de 1897, se organizó la primera exposición expresamente dedicada a las figuras de rábanos. ¡Desde entonces nada detiene esta increíble tradición!
Vive de cerca este festejo único
Hacer realidad la Noche de Rábanos conlleva un arduo trabajo por parte de los participantes. Todo comienza en el bosque El Tequio, que representa el único terreno autorizado para sembrar grandes cantidades de hortalizas. Ellos cultivan su materia prima y, llegada la fecha, tres días antes, inician los preparativos.
Los artistas deciden el tema y cortan la figura; lo más común es hacerlo en equipo, lo que hace más cálido el ambiente de las fiestas decembrinas. La mañana del 23 de diciembre, los participantes colocan las mesas donde mostrarán sus obras maestras, y las decoran con alegres luces navideñas.
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A eso de las cuatro de la tarde, los jueces recorren admirando todas las mesas, considerando presentación, creatividad y diseño. Una hora después, las autoridades municipales llevan a cabo la premiación; cuando termina ¡es hora de la verbena! Entonces se lanzan fuegos pirotécnicos, hay música en vivo y venta de los antojitos oaxaqueños más deliciosos. A su vez, los visitantes pueden adquirir las piezas o simplemente contemplarlas.
La Noche de Rábanos termina hasta las dos de la mañana, y representa una experiencia única que todos deberíamos vivir por lo menos una vez. ¿Qué opinas acerca de esta celebración? ¿Has asistido a alguna? ¿Te gustó? Cuéntanos tus impresiones en la sección de comentarios.
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