Quetzalcóatl y sus teorías más curiosas: ¿dios, apóstol, vikingo o alienígena?

¡Ah, cómo nos gusta inventar! Los humanos somos expertos en el chisme, y muestra de ello es que ni siquiera la gran serpiente emplumada se salva de ello. Qué cosas ¿no? Pues bien, Quetzalcóatl representa un personaje tan importante como interesante en las culturas de Mesoamérica; se le consideraba el dios guardián de los sacerdotes y los comerciantes, y estaba vinculado con el aprendizaje, la ciencia, la agricultura, la artesanía y las artes. En conclusión: una deidad multifacética, la vieja confiable, súper presente en muchos de sus mitos y leyendas también.

Así, considerando su legado en varios pueblos, surgen un montón de teorías e historias que buscan explicar qué tipo de persona –o criatura– fue en realidad. Por supuesto, antes de adentrarnos a ellas, debemos considerar que la perspectiva de éstas es moderna.

Sin más, ¡te mostramos algunas!

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Un vikingo

Lucie Dufresne se basó en su propia tesis doctoral para escribir la novela Quetzalcóatl: El hombre huracán, en la que nuestro protagonista era un guerrero vikingo que naufragó y llegó al actual Golfo de México. ¿Qué le llevó a pensar esto? Bueno, su teoría se basa en que fueron halladas algunas ilustraciones de hombres blancos en el Templo de los Guerreros de Chichén Itzá. El arqueólogo Michael Dee apoya esta idea, pues asegura que hay evidencia de que los vikingos llegaron a América cerca año 1021 d.C.

De alguna forma, al haber sido una deidad que llegó del mar, y que compartió sus conocimientos con el pueblo para ayudarlo en distintos aspectos de la vida cotidiana, muchas personas están de acuerdo con esto; sin contar el problema con su descripción física como un hombre rubio, por supuesto, que analizaremos a continuación. Pero ¿no peca esta idea de ser intensamente eurocentrista?

El reconocido arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma defiende que no existe un verdadero sustento científico que asegure que Quetzalcóatl era un vikingo. De hecho, cree que esta idea vino por parte de los evangelizadores del siglo XVI, lo que nos lleva a la siguiente teoría.

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Un apóstol de Jesús

Ya que los frailes españoles de la época no pudieron explicarse cómo habían surgido los pueblos americanos, hallándose tan lejos de Europa, pensaron en todo tipo de teorías. Y, por supuesto, llegaron a la conclusión de que los indígenas descendían de algunas tribus de Israel perdidas, y que algún apóstol habría llegado a “evangelizarlos” antes. ¿Quién? Bueno, la propuesta más convincente era Santo Tomás oculto bajo la identidad de Quetzalcóatl, ya que era llamado “Topiltzin” y coincidía con otros vaticinios y características del apóstol.

Ante los ojos de los religiosos, se trataba de una divinidad virtuosa por su castidad, a la que se le atribuían episodios “milagrosos”. Fray Juan de Torquemada y Fray Bartolomé de las Casas lo describieron como un hombre blanco, fornido, de frente ancha, grandes ojos azules y barba suelta. Debía vestir una túnica larga y blanca hasta los pies.

Por supuesto, no falta quien lleve sus sospechas incluso más allá: Cuando se marchó, Quetzalcóatl prometió volver para continuar ayudando a su pueblo… ¿te suena familiar? Por supuesto, todas estas especulaciones fueron escritas por religiosos, quienes necesitaban evangelizar a los habitantes de estas tierras a como diera lugar, por lo que las auténticas percepciones de los antiguos pobladores seguramente fueron modificadas.

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Un navegante del espacio exterior

A pesar de todo lo que hemos narrado, la idea más descabellada en torno a Quetzalcóatl no se relaciona con la fe católica… sino con la vida en otros planetas. Según aquellos que apoyan esta teoría, la descripción de la serpiente emplumada se asemeja bastante a la de algunos supuestos alienígenas, considerados “benévolos” y que han hecho contacto telepáticamente con los seres humanos desde hace milenios. Se trata de los “aviares azules”.

Lo curioso de todo esto es que, en realidad, muchas culturas antiguas mencionan a misteriosos seres con habilidades extraordinarias que funcionaron como “guías” para la humanidad.

¿Tú qué opinas acerca de todas estas teorías? ¿Conoces otras? ¿Te parece un asunto por completo innecesario? ¿O crees que alguna de estas posibilidades es correcta? ¡Cuéntanos en la sección de comentarios!

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