COMIENDO CALACAS: La deliciosa costumbre del alfeñique

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¡Ah! Qué costumbres tan extrañas –y hermosas– tenemos los mexicanos ¿no crees? Bueno, puede ser que como estamos acostumbrados a ellas, no lo notemos ya. Pero, por ejemplo, una de las fiestas más curiosas a ojos extranjeros es el Día de Muertos, junto con todo lo que conlleva. No se trata de un día triste, sino de celebración; es el momento en que recordamos a nuestros seres queridos con la alegría de vivir, y también de morir.

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Entonces bailamos, nos disfrazamos, ponemos un altar lleno de flores, comida, fotografías… y, por supuesto, nunca faltan esos pequeños cráneos de azúcar, adornados con los nombres de los fallecidos a quienes honramos –aunque también pueden ser los nuestros– mero en la frente. Después, nos los comemos. Sí, una representación dulce de nuestro propio cadáver, devorada como si nada. Bien decía Octavio Paz que, para los mexicanos, la muerte es uno de sus juguetes favoritos, y su amor más permanente. Parece que tenía razón ¿no crees? De hecho, los artistas del surrealismo admiraban mucho la costumbre del alfeñique, incapaces de comprenderla, ¡qué suerte que nosotros sí!

Debido a la peculiaridad de la calaverita azucarada, así como toda la gran tradición que le rodea, hoy quisimos reflexionar y contarte un poco sobre ella, para que puedas sentirte aún más orgulloso de tus raíces. ¡Nos leemos abajo!

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Del sacrificio a la mesa

Resulta que la muerte, para los antiguos mesoamericanos, era sólo la conclusión de una etapa de vida que se extendía a otro nivel. Para estas culturas era común conservar los cráneos de aquellos a quienes sacrificaban en honor a sus dioses. Después, los exponían durante rituales de culto a la muerte, en altares o muros llamados “tzompantli”; dichos cráneos eran ensartados por medio de unos agujeros que se les hacían a los costados. Sin embargo, como te podrás imaginar, esto cambió tras la llegada de los españoles.

Todos los rituales que iban en contra de los valores inculcados por la religión católica fueron prohibidos; aunque, en muchos casos, ante la resistencia de los pueblos indígenas por eliminarlos, se sustituyeron por otros. Ejemplo de ello es el pan de muerto –lee su historia aquí, o el alfeñique o calaverita de azúcar, que pasó a reemplazar a los cráneos reales empleados en rituales. 

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Desde entonces, sirven para recordar a los fallecidos, así como un memento mori que anuncia el destino que todos compartimos. Por supuesto, también son una forma de complacer a nuestro paladar, y de conservar una de las tradiciones más antiguas en México. Como bien sabes, las calacas deben llevar el nombre de la persona que representan en la frente, ya sea viva o difunta. El nombre va acompañado de otros adornos como papelitos de colores, semillas y lentejuelas, dando como resultado una artesanía hermosa y, muchas veces, hasta tierna. ¡Las hay de todos tamaños y colores! Además, hoy en día también existen otras versiones hechas de chocolate y amaranto. ¿No te parecen súper lindas y deliciosas?

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Una celebración más allá de la muerte

Las calaveritas de azúcar más tradicionales se elaboran con la técnica de “alfeñique”, que consiste en una mezcla de azúcar, clara de huevo, gotas de jugo de limón y una planta llamada “chaucle". Se dice que esta técnica es de origen árabe, adoptada por los españoles y traída a México. Los principales productores de alfeñique son Puebla, Guanajuato, el Estado de México, Michoacán y Oaxaca.

Es tanta su importancia que, en Toluca, cada año se realiza una feria dedicada a esta técnica. Ahora mismo aún puedes asistir, pues se presenta a partir de la segunda semana de octubre, y termina el 2 de noviembre; no sin antes organizar su Desfile de Catrinas el 1 de noviembre, talleres de alebrijes, de creación literaria, recitales, puestas en escena ¡y mucho más! Sin duda, es una de las mejores épocas de año, tanto para Toluca, como para el resto de México.

Cuéntanos: ¿ya acudiste o acudirás a esta feria? ¿Qué calaveritas te gustan más: de chocolate, de amaranto o azúcar? ¿Sueles ponerles tu nombre entre las florecitas de sus frentes? ¡Te leemos en los comentarios!

¿Te gusta aprender sobre la gastronomía mexicana? Lee nuestro blog sobre el pan mamón, o la historia del mazapán mexicano. ¡Da clic a los enlaces! 

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