Cristo labrado con huesos humanos, la reliquia de Real de Asientos

¿Has visitado Real de Asientos, Aguascalientes? Se trata del municipio más antiguo del estado, fundado en 1548 bajo el nombre de Real Minero de los Asientos de Ibarra. Para el 2006 fue declarado Pueblo Mágico ¡cómo no! Y es que, aun abarcando un área pequeña, ubicada a mitad del semi desierto montañoso, asombra con espacios como sus túneles subterráneos con pasado minero que puedes recorrer si te atrae lo desconocido. Aquí hay fabulosas obras de arte con temática religiosa, así como construcciones coloniales envueltas por siglos de historia.

Sin embargo, lo que nos ocupa el día de hoy es una reliquia que no deja de asombrar a todo aquel que visita el Pueblo Mágico; un poco por su antigüedad, y otro tanto por el material con que fue construido, así como todas las leyendas a su alrededor. ¿Quieres saber de qué se trata? Te contamos los detalles abajo.

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Una iglesia rosa

Seas una persona religiosa o no, uno de los puntos más interesantes a visitar en Real de Asientos es la Parroquia de Nuestra Señora de Belén, ubicada frente al Jardín Principal. Ésta cuenta con peculiaridades que la hacen única; y no nos referimos a su estilo neoclásico característico de muchas más en la época, sino a los secretos que alberga. Por ejemplo, posee la campana más antigua de todo el estado, traída en el siglo XVII. ¿No es asombroso?

Pero hay que decirlo: el protagonismo se lo lleva su Cristo del Santo Entierro.

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Una imagen muy peculiar, con 400 años de antigüedad

Se trata de un Cristo articulado –muy milagroso según los habitantes–, el cual posee más de 400 años. Algunos registros narran que llegó desde España a Asientos porque en dicho lugar se efectuaban una serie de procesiones; los datos más antiguos sobre esta festividad se remontan a los documentos históricos fechados el 28 de septiembre de 1726, en donde se registran las testimoniales en torno a la testamentaria de Don Gaspar Benito de Larrañaga y Lacarra, principal benefactor del Real de Nuestra Señora de Belén de los Asientos de Ibarra. Imagínate el tiempo que tenía en España, más el que lleva aquí… ¡se trata de una auténtica reliquia!

Si miras más de cerca esta figura, notarás que fue tallada con piezas humanas en zonas como las costillas, los dientes, la mandíbula y el cráneo. Hasta hace algunos años, incluso contaba con cabello natural, aunque debido a su deterioro fue sustituido por una peluca. Algunos visitantes cuentan que este Cristo te puede seguir con la mirada. Los guías turísticos también mencionan que durante muchos años la imagen estuvo clavada en una cruz y puesta en el altar. Sin embargo, cada Viernes Santo los lugareños se estremecían, porque justo a las tres de la tarde, la hora en que murió Jesús, la cabeza del Cristo caía. Detalle un poco escalofriante ¿no crees?

Con el paso de los años, para protegerlo, decidieron guardarlo en una caja de madera y cristal que asemejara un ataúd como el Cristo del Santo Entierro, y taparlo con velo para conservarlo mejor. Hasta la fecha, nadie se ha atrevido a sacarle los restos humanos y comprobar si es verdad o sólo parte de la leyenda. ¿Tú qué piensas? ¿Te inquieta? De ser real ¿te gustaría saber a quién pertenecieron esos huesos?

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