¿Sabías que en 2006 la Ciudad de México fue declarada como la urbe con más museos del mundo? ¡Sí! Y en este Día Internacional de los Museos queremos recordarlo. Piénsalo: además de sus peculiaridades cotidianas, la CDMX muestra una curiosa mezcla arquitectónica que llama la atención de todos sus visitantes, y no es de extrañarse que algunos de sus recintos más originales sean museos.
Pero en esta ocasión no queremos mostrarte los más conocidos, como el Museo Nacional de Antropología o el Museo Soumaya, que por algo tienen ese lugar privilegiado; en cambio, nos aproximaremos a sus rincones más pequeños y fascinantes, que hacen de la ciudad un lugar más interesante. A continuación, te recomendamos siete museos poco conocidos en la CDMX.
1. Museo de Ripley, el museo de lo paranormal
Este recinto, abierto desde 1992, cuenta con una forma de castillo medieval bastante singular. A lo largo de sus 14 salas se exhibe la colección de Robert L. Ripley, antropólogo estadounidense, famoso por su afición a los fenómenos paranormales y eventos extraños.
Aquí encontrarás cosas tan raras como unas auténticas cabezas reducidas por los indios jíbaros de Ecuador, imágenes del hombre con dos pupilas en cada ojo, esculturas africanas con poderes misteriosos, la llanta más grande del mundo y animales con características únicas, entre muchas excentricidades más. ¿Te atreves a cruzar el túnel hacia lo desconocido?
2. Museo Casa Ruth Lechuga, con más de 10 mil artesanías
En este lugar se exhibe la peculiar colección de la doctora Ruth Lechuga, ¡quien a lo largo de su vida agrupó más de 10 mil piezas de artesanías mexicanas! En su mayoría fueron elaboradas por grupos indígenas; aquí encontrarás máscaras, nacimientos, textiles, lacas, cestería y objetos de madera, entre mucho más. No sólo posee un valor artístico gigantesco, sino que se considera una constelación muy completa de las culturas de México. ¿Te gustaría visitarlo?
3. Museo del Juguete Antiguo México, una invitación a la nostalgia
Como lo dice su nombre, en este museo descubrirás más de 45 mil juguetes antiguos de varios países, que pertenecían al coleccionista y arquitecto Roberto Shimizu desde inicios de la década de los 40. Recorrerlo es recordar, abrir una puerta a la infancia y la nostalgia mediante figuras de superhéroes o personajes como Cantinflas y El Santo, casas de muñecas, trenes y carritos, Barbies, y robots. Sin duda, es un patrimonio único ¡visítalo!
Si quieres conocer más de cerca la tradición del juguete en México, da clic aquí.
4. Museo del Tatuaje, un arte alternativo
La exposición cuenta con dos salas, y en ellas descubrirás diseños tribales, fotos de talleres, tatuajes japoneses Irezumi, así como la historia del tatuaje en México. En las vitrinas se observa una enorme colección de tarjetas de tatuadores de todo el país, máquinas caseras hechas en Tepito, Neza y Chimalhuacán y carteles de eventos.
Ya que este museo pretende erradicar la concepción negativa en torno a los tatuajes, aquí se ofrecen actividades artísticas para niños de dibujo y pintura, cursos de primeros auxilios para tatuadores, y también se proyectan documentales. ¿Te llama la atención?
5. Museo Nacional de la Estampa, para la apreciación
En este espacio aprenderás sobre técnicas como la linografía y la litografía. El museo cuenta con dos pisos llenos de cuadros, con los que podrás reflexionar acerca de los procesos de estampación que existen. Es difícil descifrarlos, pero no imposible, sólo hay que observar con detenimiento y echar a andar la imaginación.
6. Museo del Perfume, exquisito
El MUPE exhibe más de tres mil piezas que datan del siglo XIX, y que cuentan historias a través de sus aromas. También muestra libros, archivos y registros de las casas de perfumes más importantes en México, así como de botánica aromática que retoma la herbolaria de nuestro país. Además, tienen a la venta fragancias exclusivas, por lo que no puedes marcharte sin oler delicioso. ¿Te animas a visitarlo?
7. Museo de Arte de Azúcar, te abre el apetito
Este curioso espacio está hecho para sorprenderse con sus dulces creaciones. Fue dedicado a Marithé de Alvarado, una especialista en confituras y repostería, quien viajó alrededor del mundo para descubrir recetas. Cuenta con más de 100 piezas originales, algunas ya con décadas de antigüedad, y un archivo fotográfico. Juntos representan una perspectiva distinta del arte: puede ser comestible. También se ofrecen recetarios y talleres de repostería, para quienes desean adentrarse en este mundo.
¿Qué opinas acerca de todos estos lugares increíbles? ¿Cuál tienes más ganas de conocer? ¿Ya visitaste alguno de ellos? ¡Cuéntanos en los comentarios!
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